No sé si sea yo, ¿pero que no Carmen Salinas tiene toda la vida con "Aventurera"?
Yo sé que uno habría de pegarle a lo que le funciona, pero en la cuestión artística como que también habría de imperar, no sé, un poco la creatividad, ¿no?. Es como si Picaso se hubiera puesto a pintar "Les Demoiselles d'Avignon" una y otra vez, durante los últimos 50 años de su vida.
(ACTUALIZACIÓN: No es que quiera comparar a Carmen Salinas con Picaso, que para nada (y de hecho, por supuesto que la comparación fue cruel... para Picaso). Más bien déjame bajarle a la comparación: es como si Chespirito sólo tuviera en su haber un personaje, y lo capitalizara hasta la eternidad. Casi, ¿verdad? Pero aun Chespirito tuvo el ingenio de crear DOS personajes. Y hasta eso, más o menos simpáticos --y qué me dices del personaje de Ron Damón. ¡¡¡¡Do Bah!!!!).
jueves, mayo 24, 2007
viernes, mayo 11, 2007
Einstein y las Matemáticas.
Apenas ayer finalicé la lectura de la reciente biografía de Albert Einstein, escrita por Walter Isaacson. Coincidentemente, ayer estaba viendo un episodio de "Law and Order: Criminal Intent" en donde se reproduce uno de los "memes" más persistentes de Einstein: que a pesar de ser un genio, consistentemente reprobaba matemáticas en la escuela.
Es cierto que Einstein haya menospreciado el valor de las matemáticas en los inicios de su carrera científica. Sin embargo, ésto no quiere decir que haya reprobado matemáticas en la escuela. Por el contrario, era de las materias donde mejor le iba (el francés era su bestia negra).
Una de las cualidades principales de Einstein era que podía generar imágenes poderosas acerca de los fenómenos físicos subyacientes a las ecuaciones físicas, donde otros solo veían las ecuaciones en toda su abstracción (cosa que me nos pasa a la generalidad de las personas). Así, la teoría especial de la relatividad fue una interpretación revolucionaria del electromagnetismo y del movimiento de los cuerpos. Similarmente, la aplicación de la constante de Planck al problema de la generación del efecto fotoeléctrico (y el por qué la energía del campo eléctrico resultante no dependía de la intensidad de la luz, sino solo de su longitud de onda) fue un giro brillante que dio impulso al desarrollo de la teoría cuántica de la materia. Éstos logros, entre otros, se debieron precisamente a la capacidad de Einstein de visualizar los fenómenos físicos detrás de las matemáticas --es decir, a entender plenamente lo que las ecuaciones representaban.
"¡Necesito más matemáticas!" fue uno de las exclamaciones de Einstein más frecuentes al final de su vida. Simplemente expresaba su fracaso en encontrar una teoría matemática del universo que funcionara como él lo esperaba. Tal vez de la proliferación de éstas afirmaciones es de donde nace el factoide tan ampliamente difundido --y confieso haberlo reproducido yo mismo-- del poco aprovechamiento escolar de éste genio durante su fase como estudiante.
Es cierto que Einstein haya menospreciado el valor de las matemáticas en los inicios de su carrera científica. Sin embargo, ésto no quiere decir que haya reprobado matemáticas en la escuela. Por el contrario, era de las materias donde mejor le iba (el francés era su bestia negra).
Una de las cualidades principales de Einstein era que podía generar imágenes poderosas acerca de los fenómenos físicos subyacientes a las ecuaciones físicas, donde otros solo veían las ecuaciones en toda su abstracción (cosa que me nos pasa a la generalidad de las personas). Así, la teoría especial de la relatividad fue una interpretación revolucionaria del electromagnetismo y del movimiento de los cuerpos. Similarmente, la aplicación de la constante de Planck al problema de la generación del efecto fotoeléctrico (y el por qué la energía del campo eléctrico resultante no dependía de la intensidad de la luz, sino solo de su longitud de onda) fue un giro brillante que dio impulso al desarrollo de la teoría cuántica de la materia. Éstos logros, entre otros, se debieron precisamente a la capacidad de Einstein de visualizar los fenómenos físicos detrás de las matemáticas --es decir, a entender plenamente lo que las ecuaciones representaban.
"¡Necesito más matemáticas!" fue uno de las exclamaciones de Einstein más frecuentes al final de su vida. Simplemente expresaba su fracaso en encontrar una teoría matemática del universo que funcionara como él lo esperaba. Tal vez de la proliferación de éstas afirmaciones es de donde nace el factoide tan ampliamente difundido --y confieso haberlo reproducido yo mismo-- del poco aprovechamiento escolar de éste genio durante su fase como estudiante.
miércoles, mayo 02, 2007
Diáspora Mexicana y el Ocaso del Imperio
Recién he terminado de leer The War of The World, de Niall Ferguson. Lo que más me llamó la atención de éste libro es cómo trata el asunto de las minorías étnicas, particularmente en los imperios que se derrumban, o bien en las líneas "tectónicas" entre imperios en disputa.
Como ejemplo el autor pone a los Judíos en la Europa Central y Oriental durante el derrumbe de los imperios Ruso y Austro-húngaro, así como durante el surgimiento --y particularmente durante la caída-- del transitorio Imperio Nazi. No son los únicos ejemplos, ya que también pone los casos de los Armenios durante la reconfiguración del Imperio Otomano y el surgimiento del moderno estado Turco, así como de varias etnias --particularmente los coreanos y chinos-- en el lejano oriente.
Al leer estos ejemplos históricos, me llama poderosamente la atención los paralelos con las minorías latinoamericanas en los Estados Unidos de hoy día. Por supuesto, muy particularmente la minoría de ascendencia --cuando no de procedencia-- Mexicana. Así como los judíos fueron acusados de ser un elemento extraño a las sociedades europeas, de insistir en conservar su cultura y religión, así como sus costumbre e incluso su lenguaje --aunque probablemente el lenguaje de la diáspora judía haya sido el Yidish más que el hebreo, un lenguaje más cercano al alemán; en menor cantidad, el ladino muy cercano al castellano, éste último el lenguaje predominante entre la doblemente exiliada diáspora sefardí. Se hablaba también de que el judío era un elemento subversivo que no se integraba, y que como tal amenazaba la integridad y unidad de la sociedad que lo rodeaba. Todas estas cosas se dicen igualmente de la diáspora mexicana hoy día en los Estados Unidos.
Particularmente en Alemania, los judíos --esa especie muy particular conocida como judío-alemán, similar por su distinción al judío-español (sefardí)-- buscaron integrarse a la sociedad, en un proceso que se llama asimilación. De hecho, parece ser que el antisemitismo alemán surgió como respuesta a ésta integracionismo judío. Parecía ser que entre más asimilado eran los judíos en Alemania, más ríspido era el antisemitismo que le rodeaba.
En esencia, por un lado se les acusaba de no integrarse, y en la sociedad donde más asimilados estaban --al grado de que Carlos Marx fue educado como cristiano, por poner un solo ejemplo-- se repudiaba su integración, acusándolos de "envenenar la sangre" del pueblo alemán.
Hoy día veo un doble golpeteo similar en los EEUU. Por un lado están los llamados a la integración a la corriente principal de la sociedad estadounidense, y muy particularmente en cuanto a la adopción del lenguaje inglés, y por otro lado está el repudio a la creciente población de origen mexicano, como si el hecho de tener ascendentes al sur de la frontera de alguna manera estuviesen apestados y no fuesen, por lo tanto compatibles con la 'cultura' norteamericana. Además, no debemos olvidar que el 'Siglo Americano' ha venido a menos, y que hoy día los EEUU --a pesar de ser una potencia militar, sin duda-- es un seudo-imperio a la baja. Este paralelo es el que más me inquieta.
Como ejemplo el autor pone a los Judíos en la Europa Central y Oriental durante el derrumbe de los imperios Ruso y Austro-húngaro, así como durante el surgimiento --y particularmente durante la caída-- del transitorio Imperio Nazi. No son los únicos ejemplos, ya que también pone los casos de los Armenios durante la reconfiguración del Imperio Otomano y el surgimiento del moderno estado Turco, así como de varias etnias --particularmente los coreanos y chinos-- en el lejano oriente.
Al leer estos ejemplos históricos, me llama poderosamente la atención los paralelos con las minorías latinoamericanas en los Estados Unidos de hoy día. Por supuesto, muy particularmente la minoría de ascendencia --cuando no de procedencia-- Mexicana. Así como los judíos fueron acusados de ser un elemento extraño a las sociedades europeas, de insistir en conservar su cultura y religión, así como sus costumbre e incluso su lenguaje --aunque probablemente el lenguaje de la diáspora judía haya sido el Yidish más que el hebreo, un lenguaje más cercano al alemán; en menor cantidad, el ladino muy cercano al castellano, éste último el lenguaje predominante entre la doblemente exiliada diáspora sefardí. Se hablaba también de que el judío era un elemento subversivo que no se integraba, y que como tal amenazaba la integridad y unidad de la sociedad que lo rodeaba. Todas estas cosas se dicen igualmente de la diáspora mexicana hoy día en los Estados Unidos.
Particularmente en Alemania, los judíos --esa especie muy particular conocida como judío-alemán, similar por su distinción al judío-español (sefardí)-- buscaron integrarse a la sociedad, en un proceso que se llama asimilación. De hecho, parece ser que el antisemitismo alemán surgió como respuesta a ésta integracionismo judío. Parecía ser que entre más asimilado eran los judíos en Alemania, más ríspido era el antisemitismo que le rodeaba.
En esencia, por un lado se les acusaba de no integrarse, y en la sociedad donde más asimilados estaban --al grado de que Carlos Marx fue educado como cristiano, por poner un solo ejemplo-- se repudiaba su integración, acusándolos de "envenenar la sangre" del pueblo alemán.
Hoy día veo un doble golpeteo similar en los EEUU. Por un lado están los llamados a la integración a la corriente principal de la sociedad estadounidense, y muy particularmente en cuanto a la adopción del lenguaje inglés, y por otro lado está el repudio a la creciente población de origen mexicano, como si el hecho de tener ascendentes al sur de la frontera de alguna manera estuviesen apestados y no fuesen, por lo tanto compatibles con la 'cultura' norteamericana. Además, no debemos olvidar que el 'Siglo Americano' ha venido a menos, y que hoy día los EEUU --a pesar de ser una potencia militar, sin duda-- es un seudo-imperio a la baja. Este paralelo es el que más me inquieta.
martes, mayo 01, 2007
La Segunda Enmienda
Cuando la Constitución de los Estados Unidos de América fue desarrollada, varios representantes de algunas de las ex-colonias británicas en la costa oriental de Norteamérica se opusieron. Su negativa a aceptar el documento no residía tanto en lo que ésta decía, sino en lo que no contenía. La Constitución expresaba cómo habría de organizarse el gobierno, los poderes que lo integraban y los derechos y obligaciones de cada uno. Sin embargo, decía absolutamente nada acerca de los derechos de los ciudadanos frente a éste gobierno. Como complemento al documento fundacional, los representantes estuvieron de acuerdo en agregar un decálogo de artículos anexos --llamados enmiendas-- que establecía expresamente ciertos derechos fundamentales del individuo frente al estado. A éste conjunto de diez artículos se le conoció como la Acta de Derechos (Bill of Rights).
Ésta Acta atendía a los agravios sufridos por los colonos --y muy especialmente los del norte del nuevo país-- bajo el anterior gobierno de su Majestad Jorge III. En particular, llama la atención el Segundo Artículo de ésta acta:
En los últimos años --y agregaría yo, en las últimas semanas-- se han visto las consecuencias devastadoras de ésta política, en una serie de tiroteos que han segado la vida de miles de de personas (más de 11 mil personas mueren anualmente por disparo de arma de fuego en las calles y casas de éste país)
Las armas no hacen menos enferma o iracunda o molesta a una persona. Pero cuando actúa, sí multiplica el resultado mortífero de sus actos. Probablemente el artículo tenía sentido a finales del siglo XVIII, pero no sé que tenga sentido a inicios del siglo XXI.
Ésta Acta atendía a los agravios sufridos por los colonos --y muy especialmente los del norte del nuevo país-- bajo el anterior gobierno de su Majestad Jorge III. En particular, llama la atención el Segundo Artículo de ésta acta:
"Siendo necesaria una milicia para la seguridad de un estado libre, no se infringirá el derecho del pueblo de tener y portar armas".
En los últimos años --y agregaría yo, en las últimas semanas-- se han visto las consecuencias devastadoras de ésta política, en una serie de tiroteos que han segado la vida de miles de de personas (más de 11 mil personas mueren anualmente por disparo de arma de fuego en las calles y casas de éste país)
Las armas no hacen menos enferma o iracunda o molesta a una persona. Pero cuando actúa, sí multiplica el resultado mortífero de sus actos. Probablemente el artículo tenía sentido a finales del siglo XVIII, pero no sé que tenga sentido a inicios del siglo XXI.
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