martes, febrero 20, 2007

Resentimiento y Agradecimiento

Mis sacrificios nutren mis resentimientos. Por lo general mi sacrificio lleva una expectativa implícita de agradecimiento o reconocimiento. Sin embargo, es común que los beneficiarios de mi generosidad en vez de agradecérmelo, inclusive me lleguen a aborrecer por el auxilio prestado (hay que ponderar esto con más calma en otra ocasión).

El rechazo hacia mí como benefactor se origina comúnmente por un sentimiento de inferioridad. También es cierto que a mucha gente les gusta pensar que su éxito es producto meramente de su propio esfuerzo o de la aplicación de recursos que ellos han generado por si mismos. Este es el mito de Éxito Autosuficiente. Reconocer que este mito no es del todo cierto disminuye el sentimiento de logro y de triunfo.

En general, digámoslo así: la gente somos malagradecidos.

Este es un comportamiento común y hasta normal en las personas. Por supuesto, también es la semilla de la cual nace una buena parte del conflicto humano.

Hay dos maneras generales de resolver este conflicto particular: eliminar los actos sacrificiales, o bien reconocer y agradecer el beneficio recibido. La primera solución es proactiva, mientras que la segunda es reactiva.

Veamos la solución proactiva de más cerca. Una manera rápida de eliminar el sacrificio es directo: dejar de hacerlo. No obstante, en ocasiones el dejar de hacer lo que hacemos no es una opción factible. En dado caso, si aun se desea eliminar el conflicto y el potencial resentimiento futuro (o actual) entonces debo de cambiar mi actitud respecto a lo que hago: si considero el sacrificio como un costo, entonces ¿cuáles son los beneficios que obtengo a cambio? Los debe que haber ya que de lo contrario sería una locura el hacer algo que no me da ningún beneficio en lo absoluto (que es diferente a no reconocer los beneficios). Si me enfoco en el beneficio, entonces puedo desarrollar una aprecio renovado de mis actos. Esto me ayuda a fomentar un sentimiento que es diametralmente opuesto al resentimiento: el agradecimiento.

Desde luego, podría seguir en el camino del resentimiento y del conflicto. Es mi elección. Pero ahora sé que hay otras posibilidades.