Hablé con Pops hoy. Por alguna razón, pensó que estaba triste. Él siempre ha pensado que tiene una cualidad de conocer a las personas. Debo confesar que en muchas ocasiones tiene razón, pero que también se equivoca estrepitosamente. Claro que él solo acepta las veces que está en lo correcto, y desecha toda evidencia en lo contrario.
Sin embargo, no puedo decir que en esta ocasión está del todo equivocado. Aunque no me siento triste, así de plano, creo que podría decir que estoy en un modo tranquilo. Estoy un poco intranquilo porque Chiquipi se siente desubicada allá también. Así lo supuse, y esta es de esas ocasiones donde siento decir que tenía razón.
No obstante, sé que este viaje era una oportunidad que debía aprovecharse. No todos los días podrá mi hijo y su madre visitar a la familia del otro lado. Además, sirve para que a Chiquipi se le abran los ojos acerca de cómo son las cosas. Ella lo está viendo. Sé que eso no la va a tranquilizar, pero cuando menos que le ayude a conciliarse con la idea de estar juntos. Porque estar separados es mucho peor.
Todos tenemos problemas, pero la mayoría de los mismos son autoinflingidos, no creen?
Pops está bien, aunque por supuesto no dejó pasar la ocasión para recordarme que había predicho que Chiquipi no aguantaría estar acá. No lo podía dejar pasar. No importa que sea una observación dolorosa. Lo importante es que él se auto-afirme en su sabiduría, a costa de lo que sea. Qué le puedo decir, que tuvo razón, como siempre?
A pesar de todo, voy a estar alegre.
