lunes, abril 18, 2005

Elección

¡Me estás haciendo enojar!

¿Cuántas veces hemos escuchado alguién que conocemos decir esta frase, o una semejante? Cuando hablo de política con algunos de mis amistades, un puñado de mis puntos de vista no son bien recibidos, ya que mi posición política es divergente en relación a la de ellos. Entonces, si defiendo lo indefendible (según su postura), eso les causa malestar.

El lenguaje proyecta ideas en las mentes de las personas. Estas ideas disparan reacciones. Entonces podría decirse que las palabras son las que generan las reacciones.

Sin embargo, eso es lo mismo que decir que somo títeres al capricho de los demás. Que nuestras emociones son rehenes de las intenciones de los interlocutores. Esto suena a victimismo, y el victimismo es un mal a desterrar en nuestras vidas.

Como ya me he referido anteriormente, debemos retomar nuestra vida. La manera en cómo reacciono a las palabras de otros es una elección. Muchas veces es automática en función de nuestras actitudes. Pero podemos optar de manera conciente, tomando el sartén por la manga de nuestras propias reacciones.

Entonces, nadie "hace" que otro se sienta triste, enojado, alegre, etc. Es uno mismo quién ha optado por reaccionar de esta manera. Más de esto, en otra ocasión.