Cierto, ya tenía un buen rato sin contribuir (y no me dejé sonsacar por su estruendente reclamo, queridos y asiduos lectores). Pero ahora estoy de regreso, y ya veremos como me sigue yendo.
Por lo pronto, les comento que he aprendido una serie de cositas que estaré compartiendo con ustedes. En primera instancia, está la situación de la mortalidad. He estado en medio de una crisis de vida desde hace algunos meses (para los que me conocen de más cerca, podrían decir que ya lleva algunos años --o incluso décadas). La verdad, aun estoy inmerso en ésa situación, pero no desespero.
Como dijera algún anónimo (porque presentemente no lo recuerdo), "la vida es una enfermedad terminal", así que no me preocuparé sino que me ocuparé. Y tomaré la escritura como terapia, pero también como práctica. Hay que sacarlo todo. De todas maneras, no hay razón para dejarlo adentro. La vida se escapa y es mejor vivirla que estarla sufriendo.