Tiro de esquina: salta por los aires, gira la cabeza, toca el balón, la pone al alcance del portero... Gol!!!! Las banderas tricolores ondean en la tribuna. México clasifica a la siguiente ronda. Pero no es el estadio en Gelsenkirchen donde juega México y Portugal. Es el estadio en Leipzig donde Bakhtiarizadeh acaba de anotar el gol del empate para Irán ante Angola. Este es el héroe que le da la clasificación a México, a Octavos de Final.
Lo triste de la actuación de México es que cuando en el partido versus Angola, Pavel Pardo entregaba balones cada que quería pasar, y Rafa Márquez fue el mejor jugador de México -por omisión-, ahora fue al revés, y Marquez pasaba balones pero a los lusitanos.
Mi ídolo, Omar Bravo, tuvo la gloria en sus manos, dos veces. Y en ambas falló. No fue buen día para él. El jugador del partido para México fue Francisco "Kikín" Fonseca, quien con sólido golpe de frente puso el balón fuera del alcance de Ricardo, el cancerbero portugués. Oswaldo Sánchez estuvó incierto y nervioso. Todos jugaron con miedo, más que con ganas de triunfar. Después del penalty fallado por Súper Omar, y de otra llegada clara de él mismo, llegó el momento más bajo del partido para México.
La expulsión de Luis Pérez simplemente vino a materializar el pobre momento mexicano. Aunque subió un poco de intensidad cuando tuvo 10 en la cancha, la verdad es que los portugueses tuvieron el balón y lo pasearon, más buscando los tres puntos asegurados que buscando algo más al frente. El estar calificados les daba ese lujo.
Ahora, a esperar a Argentina u Holanda. Pasamos a Octavos de Final, ahora a temblar!