Ahora que la NASA lanzó su misión kamikaze al asteroide resulta que una astróloga rusa los quiere demandar, que por que según esto le echaron a perder todas sus predicciones. Yo no sé ustedes, pero aparte de ser entretenidos los horóscopos, y de ser generalidades que le pueden aplicar a casi cualquier persona, independientemente de su signo, no tiene ningún otro valor; es lo que creo. Pero hay gente que, o se quiere pasar de listo, o bien está sospechosamente en el borde de la locura. Yo creo que en el caso de esta señora rusa, se quiere pasar de lista. Digamos que fuera una cosa seria, ¿cómo podría demostrar que cambiaron sus predicciones? Es decir, diría "Yo predije que pasaría esto y esto otro y no sucedió", y esa es su prueba. De hecho, desde un punto de vista de ingenio, su argumento sería irrevocable. Pues está más de risa que otra cosa.
Por otro lado, de risa está el asunto este de las estampillas de Memín Pingüín. Qué dicen los compañeros afroamericanos que les resulta insultante. Pero en México es un ícono cultural. Entonces, yo digo que -respetuosamente- les enviemos cartas a estos señores explicándoles cómo a nosotros también nos podría resultar ofensivos los estereotipos como por ejemplo, Speedy González, o el paisano durmiéndo a la sombra del cáctus. Pero eso es inocente, y Memín Pengüín, no. En todo caso, que derrumben el Álamo en San Antonio que nos resulta un recordatorio doloroso del robo y vejación del que fue objeto nuestro país. O que traten con respeto a nuestros compatriotas que aportan a la economía de ese gran país, y a cambio reciben vituperios, insultos, y linchamientos políticos (el colmo, que un dizque político inmigrante, malparlante ánglico, y todavía se ponga en contra de la inmigración, ¡en California, lugar de inmigrantes por excelencia!).
Si que es interesante y divertido el mundo en el que vivimos.
