La vida está dividida en tres tiempos: el pasado, el presente, y el futuro. En el pasado están mis vivencias; todos mis recuerdos se refieren a él. Pero el pasado es invariable, aunque ello me guste o no. El futuro es potencial, y es el tiempo al que se refieren los sueños y los planes. Dado que el futuro es una función de los otros dos tiempos, y particularmente el presente, es variable. El tiempo más importante es el presente. Esto es así por que es el único tiempo en el que realmente sucede la vida. Para tener una mejor vida, habría de enfocarme más en este tiempo, tomando del pasado para aprender, y creando el futuro a cada instante .
En nuestra imaginación vemos el tiempo como el fluir de un río: continuo, suave, y relativamente constante. Pero esta metáfora no es apropiada para mi discusión. En vez de ello, quiero usar una imagen del tiempo como los fotogramas de una película. En la pantalla del cine vemos el filme transcurrir de una manera contínua. No obstante, si vemos el rollo que se proyecta, veremos que en realidad se trata de una serie de fotos instantáneas, una ligeramente diferente de la anterior. Cada fotograma es entonces un instante (en el filme de la vida, nunca hay repeticiones)
El pasado está compuesto por todos los instantes que alguna vez fueron presente. Es como si los instantes pasados fueran fotogramas "revelados" e invariables. En nuestra mente, podemos revisar grupos de instantes y los llamamos recuerdos (la metáfora del filme no es precisa, por que nuestros recuerdos pueden cambiar, pero como todos los modelos, este es una simplificación). Una vez proyectados, estos instantes no son más. Cada instante tiene su momento -valga la redundancia- y pasa, por decirlo así, a la historia. No obstante, el pasado tiene su utilidad. La principal es el permitirnos aprender de nuestras experiencias. Y no solo el aprendizaje fácil y directo (¡no tocar el fuego!), sino los aprendizajes más sutiles, acerca de las relaciones de las cosas y de las personas. En este sentido, el pasado nos permite crecer, mediante el análisis y entendimiento.
Por su lado, el futuro está compuesto de fotogramas que aun no han sido revelados. Por lo tanto, nada está preescrito, y potencialmente pueden suceder cualquier cosa dentro de lo posible. En mis sueños e ilusiones me hago una idea de cómo habría de ser ese filme. Mediante mis planes, propongo cómo habré de hacer que esos instantes se realicen. Claro que hay otros factores involucrados, además de mis sueños y planes, pero no tomemos eso en cuenta por ahora. Mi idea acerca del futuro es lo que me da ánimos de vivir (la persona que no se imagina un futuro, está en graves problemas). Por otro lado, sea lo que el futuro depare, es inevitable. Es decir, el tiempo no espera. Sea lo me espere, una calca de mis sueños, o de mis peores pesadillas, el futuro sucederá.
A pesar de que el suceder del futuro es inevitable, ello no implica que el futuro esté determinado. Aqui es donde el presente entra en acción. El futuro está dado por las cosas que haga en el presente. El fotograma siguiente, está en función del fotograma presente. Lo más importante es que el presente es dónde se vive la vida. No es en el futuro, ni es en el pasado. Si el instante siguiente está dado en parte por el instante presente, entonces a través de nuestras acciones (y las omisiones, que son las no-acciones) vamos construyendo el futuro. Por ello, mi futuro se constuye "aquí y ahora".
Quiero vivir en el presente, para realizar mis sueños del futuro. Disfruto del presente por que es el único momento para hacerlo. Puedo disfrutar de mis recuerdos, pero lo hago aqui y ahora, y si no tengo cuidado, se me puede ir la vida disfrutando de recuerdos, mientras que la vida pasa (¿glory days?). La gente dice, "en mis tiempos", pero yo no estoy muerto, y mis tiempos son hoy, ahora, aquí, hasta que deje de ser.