lunes, septiembre 24, 2012

Empowerment y Facultad


El concepto de empowerment es la idea de que un individuo o grupo de individuo tengan el poder de tomar las decisiones que les afecta su vida. Típicamente, estos individuos o grupos han sido sujetos de la marginación, y prácticas descriminatorias (por ejemplo, las mujeres, minorías étnicas, minorías religiosas, etc). Sin embargo, mi interés en el concepto del empowerment es más amplio, y no solo restringido a la idea de resolver agravios históricos particulares. Puntualmente, es el proceso mediante el cual una unidad social (individuo, familia, grupo) se hace del poder para tomar las riendas de su propio destino, en particular en un ámbito socio-económico y político que lo quiere reducir a mero espectador-consumidor.

Una de las cosas que me ha frustrado, hasta cierto punto, es mi percepción de que el término mismo empowerment carecía de un equivalente satisfactorio en español.

La palabra empoderamiento ha sido usada de forma reciente para captar ésta idea en la lengua castellana. Ésta ha sido una tendencia a partir de la década de los 1980s, y más pronunciadamente en años más recientes (véase el NGram viewer de Google con el uso de éste término en los últimos cien años). Sin embargo, es una palabra extraña. Además de ser una calca semántica del inglés original, no logra transmitir la idea al que la escucha, como, en contraste, sí hace el término original en inglés.

El diccionario Merriam-Webster define el verbo empower como "el otorgamiento de una autoridad oficial o poder legal" para actuar. En español el término equivalente es apoderar. Sin embargo, ésta equivalencia tiene connotaciones jurídicas muy particulares, y por lo mismo resulta insuficiente.

A veces he usado el término potenciar o repotenciamiento como traducción de empowerment. En éste caso, la calca proviene de la traducción power ~ potencia. Sin embargo, también resulta una palabra extraña, aunque en menor grado que empoderamiento, y por lo tanto también me resulta insatisfactoria.

Durante algún tiempo he ponderado ésta aparente carencia del lenguaje. Sin embargo, he caído en la cuenta de que no existe tal. Sino que hay una palabra castellana que cabe exáctamente con el concepto del empowerment --aunque carece del "carisma" de la palabra en inglés. Ésta palabra es facultad.

En el diccionario de Real Academia se define facultad como "1. f. Aptitud, potencia física o moral; 2. f. Poder, derecho para hacer algo." Hay más ascepciones, que no vienen al caso. Pero éstas primeras dos, y en particular la segunda --porque además de contener  poder también dice derecho-- son más aptas y captan con mayor precisión la similitud con el concepto de empowerment, pero sin estar restringidos a un proceso burocrático.

Así pues, vamos facultándonos para tomar las riendas de nuestros destino.