viernes, marzo 30, 2007

Diferencias

¿Qué diferencia hay entre la pregunta "¿Qué sentido tiene la vida?" y "¿qué sentido quieres darle tú a la vida?"? es la misma diferencia entre el día y la noche.

La primera pregunta es pasiva, y en todo caso reactiva. Implica que la vida tiene un sentido independiente del ser. La religión y la filosofía tradicionales procuran contestar esta pregunta. Su respuesta es de aplicación universal y masiva. Implica que la responsabilidad del individuo es limitada.

La segunda pregunta es activa y proactiva. Establece que uno tiene en sus propias manos la respuesta, e inclusive que esta respuesta puede cambiar en el tiempo. Por lo tanto, es dinámica. También implica una responsabilidad personal.

El Sentido de la Vida

Los biólogos han establecido que el objetivo primordial de los organismos es la supervivencia. Así, la vida se reduce a una lucha continua por procurar alimentos, y eludir los peligros que acechan en el entorno. Desde este punto de vista, el ser humano --a través de sus mecanismos sociales y económicos-- ha sido altamente exitoso. No solamente ha sido capaz de sobrevivir, sino inclusive de prosperar. Entonces, se puede decir que como especie, hemos superado la prueba --ya veremos si nos convertimos en víctimas de nuestro propio éxito.

Sin embargo, el ser humano tiene algo que los animales y demás organismos no tiene. Y esto es conciencia. La conciencia es la capacidad que tiene el ser humano de reconocer su propia existencia, de ver el mundo y preguntarse ¿por qué? A lo mejor esta inteligencia es la razón de la existencia de la vida, o a lo mejor es un efecto colateral del desarrollo evolutivo. Ahora mismo no me interesa la razón de la inteligencia y de la auto-conciencia, sino en función de la problemática que nos plantea a cada uno de nosotros.

La problemática es que cuestionamos nuestra existencia y las razones de la misma. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿A dónde vamos? Estas preguntas son tan antiguas como la inteligencia humana. La religión en primera instancia, y la filosofía en segunda instancia, han surgido a fin de darle respuesta a estas preguntas.

La religión invoca seres supernaturales y niveles existenciales superiores e inferiores a fin de contestar estas preguntas. Nos habla de misterios y de planes divinos, así como ofrece consuelo y alivio por nuestros dolores, ofreciendo --en sus versiones más recientes-- alguna recompensa posterior a cambio de cierta conducta en esta vida. Por su parte, la filosofía es más amplia en las respuestas; desde el idealismo platónico --y su concepción del ideal-- hasta el materialismo dialéctico de los marxistas, pasando por un cantidad grande de otros planteamientos, más los que vengan.

Pero en lo cotidiano, la respuesta sigue estando allí: ¿qué hacer? ¿Qué sentido tiene mi vida? La mercadotecnia moderna ha sido muy exitosa en dirigir esas inquietudes hacia el consumo de bienes y servicios. Algunas personas se han convencido (o han sido convencidas) de que eso es todo lo que hay. Que la posibilidad de consumir es en sí mismo el fin último de su existencia, y el éxito consiste en el tener esa capacidad impedida.

Sin embargo, habemos otros que no creemos eso. Vemos detrás del velo consumista y nos encontramos con ... nada. Aparentemente hay un vacío allí. Después del consumo, de la capacidad de adquisición, de la acumulación de superabundancia, no parece haber ninguna sustancia.

En realidad, no hay fondo porque hemos seguido un señuelo, hemos caído en la trampa de lo efímero. La Coca-Cola no es "la chispa de la vida". Ni tampoco Axe "les marca el camino". ETC. Son eslógans vacíos que las compañías plantean a fin de dirigir nuestro dinero hacia sus arcas. Pero la vida es más que solo el consumo.

¿Cuál es el sentido de la vida? Yo sugiero que esta es la pregunta equivocada. La pregunta más acertada es ¿qué sentido quieres darle a tu vida?

jueves, marzo 01, 2007

C'est la vie

La mentalidad de escasez abunda. ¿Suena irónico, no?

Bien dicen que el éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano.

Digo esto a colación del pleito calado que se traen los creadores de la cinta Babel.

Lo realmente triste es que estas personas exitosas se expongan con estas mezquindades. Pero, c'est la vie.